No
No hables más de mi
Que mis palabra no corran por tu boca
ni tu voz dibuje mi nombre
Crónicas de seres inexistentes, de amores utópicos. Aquello que la realidad no permite ver pero que eternamente se añora. Modelos imaginarios tras mareas de incógnitas y pensamientos insensatos.
Juego de intereses en realidades ficticias
Un eterno juego de roles y papeles, de luchas por sobrevivir en un mundo infestado de caretas de cartón y trajes de personajes inventados. La realidad, sólo una escenografía de paspartú de colores brillantes y luces resplandecientes, capaces de atraer al más crítico de los realistas suicidad. Una imagen, que por mentirosa, todo tiembla y todo se mueve sin que la estabilidad sean carácter de él. Como un teatro de siglos pasados en el que ni los hombres eran capaces de representarse con esmera claridad. Los árboles dejan de ser plantas y se convierten en meros esclavos de burgueses desesperados. Hasta lo eterno se hace pequeño y escaso ante magnitudes impensables de avaricias macabras. Y apelan a argumentos vacíos con caras de infeliz inocencia.
Todos aquellos caminan ocultos tras sus gafas oscuras, mientras sus miradas perdidas observan
Por oculto no es inexistente, por desagradable no menos real, por difícil no menos grave ni solucionable. No corras la cara, mira a tu alrededor y analiza lo que está pasando. Aquí y ahora, igual que ayer, y quizás, distinto que mañana.
Tiende tu mano, seca esas lágrimas.