Juego de intereses en realidades ficticias
Crónicas de seres inexistentes, de amores utópicos. Aquello que la realidad no permite ver pero que eternamente se añora. Modelos imaginarios tras mareas de incógnitas y pensamientos insensatos.
Juego de intereses en realidades ficticias
Un eterno juego de roles y papeles, de luchas por sobrevivir en un mundo infestado de caretas de cartón y trajes de personajes inventados. La realidad, sólo una escenografía de paspartú de colores brillantes y luces resplandecientes, capaces de atraer al más crítico de los realistas suicidad. Una imagen, que por mentirosa, todo tiembla y todo se mueve sin que la estabilidad sean carácter de él. Como un teatro de siglos pasados en el que ni los hombres eran capaces de representarse con esmera claridad. Los árboles dejan de ser plantas y se convierten en meros esclavos de burgueses desesperados. Hasta lo eterno se hace pequeño y escaso ante magnitudes impensables de avaricias macabras. Y apelan a argumentos vacíos con caras de infeliz inocencia.